Experimentos con la luz del sol
Hace ya un tiempo que tenía pendiente contaros nuestros experimentos con luz solar. Aquí en España se da por hecho que haga sol casi a diario, pero cuando vivíamos en Munich, hace unos meses y en pleno invierno, un rayito de sol te cambiaba el día. Algunas veces era un milagro, después de una semana entera sin verlo, y claro… aprendimos a aprovecharlo.
No os voy a escribir mucho, más bien os voy a mostrar fotos y materiales que hemos usado. Como ya sabéis llevo un parón importante en el blog entre nuestra mudanza a España y que nos han tocado Fallas y Semana Santa nada más llegar a Valencia… Pero el parón ha sido solamente en la superficie, porque estoy preparando cosas MUUUUYYYY GORDAS!!!, ya os enteraréis cuando llegue el momento, que quiero intrigaros un poco, jijiji (que queréis que os diga… suscribíos si no queréis perderos nada!). Y bueno, además os cuento, a nivel personal, que no hemos parado de ver guarderías y coles para Bichillo… Esa es otra decisión también que nos trae de cabeza porque estamos supeditando la elección de casa a eso y seguimos un poco sin acabar de aterrizar, con las cajas a medio deshacer…ufff… Ya os iré contando las reflexiones respecto a lo que he ido viendo de coles cuando las tenga más colocadas, para mí está siendo un stress enorme todo esto… ¿os ha pasado lo mismo?
El sol: la «mesa de luz» prehistórica…
Como ya os dije, estas navidades la Abuela extraterrestre nos consiguió una mesa de luz vintage súper genial que tenía escondida en su trastero. Auténtica de las de ver radiografías, de metal, con su asita y con tubos fluorescentes dentro… ya os digo, que me flipa! (Lo del síndrome de Diógenes -o, ejem, coleccionismo pedagógico-, como veis, lo llevamos bien metido en los genes). Llevo un montón de meses sin contaros nada pero recopilando materiales como loca y haciendo muuuuchos experimentos, muy pronto estará listo…
Pero la mesa de luz, aunque está muy de moda, es una herramienta estupenda y mola muchísimo; se salta lo que para mí es un paso esencial. Hay cosas ahí delante nuestro que son fascinantes y ni nos fijamos. No nos fijamos nosotros, porque ellos sí que lo ven… Todo empezó con una bola de cristal facetada de Feng Shui que tenía en la ventana de la cocina. El día que Bichillo descubrió sus destellos arcoiris bailando por las paredes de casa y se puso como loca a llamarme, supe que teníamos que explotar este recurso al máximo. No tengo fotos de ese momento pero os dejo esta foto del Atelier de «De Mi Casa al Mundo» donde además podéis conseguirlas.
Así que antes de ponernos a jugar con una fuente de luz artificial, me pareció coherente el empezar a trabajar con lo que teníamos más a mano, a mirar más allá (o más acá, según se mire) y redescubrir la luz de todos los días. Muy inspirada por mi viaje a Reggio Emilia, empecé a hacer propuestas con esos rayitos de sol que de vez en cuando nos sorprendían.
La Caja Mágica de Luz
Los que me leéis ya habréis visto esta entrada, pero es que es un material tan espectacular que os lo tengo que contar otra vez… y sí, ¡lo primero de todo! Además es un juguete sostenible y de fin abierto: se puede hacer con una caja reciclada, usar hasta el infinito, tiene materiales bastante normales y todo lo que usé para hacerla sigue por ahí dando juego tanto en nuestros experimentos como en la mesa de luz.
Es una caja de luz japonesa, que hace unos efectos y unos colores preciosos como veis en las fotos. No me enrollo más y si he conseguido que os pique la curiosidad, os cuento todo sobre ella y sobre cómo hacerla aquí. De verdad, no dejéis de ir al link, por lo menos para ver los vídeos.
Experimentos sobre fondo negro
Una vez dejé por casualidad una caja de cartón negra encima de la mesa y al salir el sol, los destellos de la bola de Feng Shui de la que os hablaba antes, empezaron a verse sobre el negro. Eran muchísimo más intensos y brillantes!!! Así que se me ocurrió improvisar una invitación con una cartulina negra de base, para experimentar con el sol y objetos translúcidos o iridescentes que podrían hacer efectos interesantes. Como era por la tarde, el sol estaba bajo y daba muy de lado, con sombras muy largas. El ángulo estaba a la altura perfecta para que Bichillo se subiera en su Torre de Aprendizaje a la mesa y desde ahí consiguiera muy buenos efectos sin hacer prácticamente nada más que colocar cosas.
No hace falta que os diga que a la peque le flipó y que estuvimos un rato muy muy largo (de esos que pierdes la noción del tiempo) jugando. Y bueno, yo haciendo fotos como una posesa de los destellos de sol que salían. Poesía visual en estado puro, y mucho más flipante al natural que en fotos.
Reflejos de agua y sol
En esta misma actividad surgió sacar los vasos de cristal tallado a ver qué pasaba. Y por supuesto, llenarlos con agua y meter las manos! Ver el reflejo que hace el agua en movimiento es hipnótico… y a veces se ve en el techo o en las paredes también!! Bichillo, fiel a su obsesión con el trasvase, enseguida se puso a meter las bolitas de cristal y todo lo pequeño que pillaba en el vaso con agua. Un final con trasvases es un final feliz 🙂
El frasco de la calma y nuestras botellas sensoriales al trasluz
Ya os habréis fijado en que también sale nuestro Frasco de la Calma por ahí. Pero ya hace tiempo que habíamos descubierto lo que molaba ponerlo a la luz para que la purpurina brillara…
Y este verano hicimos unas botellitas sensoriales que acabaron como ingredientes en la mini-cocinita (no me miréis a mí que aquí la cocinera radioactiva es Bichillo, yo siempre procuro ofrecer material realista…). Aunque hice fotos y vídeos, nunca os llegué a poner el tutorial porque me parecía la misma técnica del frasco de la calma (aquí os lo cuento) pero jugando con diferentes fluidos (aceite de girasol, champú transparente, agua…), colores, densidades y materiales flotantes. Así que hoy es la ocasión perfecta para desempolvar esa documentación y compartirla con vosotros:
Un telar de ramas con hojas de otoño
Este lo hicimos el otoño pasado y solamente lo colgué en Instagram. Qué queréis que os diga… me parecía demasiado simplón para escribir un Post solamente sobre esto y lo he ido dejando… Pero es injusto porque es una actividad preciosa y estupenda para la motricidad (en su día os encantó). La verdad es que los colores de la naturaleza son espectaculares cuando les da el sol, es un Komorebi casero, jejeje.
Luego lo pusimos con una ventosa en la ventana y observamos cómo iban cambiando los colores y las texturas de las hojas con el paso del tiempo.
El arcoíris entra en casa!
He estado toda mi vida obsesionada con los arcoíris, no por la forma sino por la fragilidad e intensidad de sus colores. Siempre me ha gustado, desde pequeña, intentar ver más allá del espectro, forzar mis ojos para adivinar cómo es el color que hay más allá del morado: ver los ultravioletas. Y os aseguro que con la práctica y los años, soy capaz de intuir unas franjas a cada lado, casi tan anchas como el arcoíris visible, pero de colores cambiantes muy muy sutiles. No sé para qué os cuento esto, pero ha salido así, jajaja (ya sabéis que hay cosas con las que se me va un poco la pinza). También me viene el recuerdo del interior de la Sagrada Familia de Gaudí como un lugar absolutamente mágico con todas esas vidrieras de colores súper brillantes haciendo reflejos sobre la gente…
He intentado encontrar la manera de reproducirlos de forma natural y he descubierto algunas formas simples y no muy caras. Una de ellas sería la bolita de Feng Shui, y con papeles de regalo de tipo iridiscente/holográfico transparente pegados a la ventana se consiguen resultados bastante buenos. Lo mismo con este «cabello de ángel» de navidad que al ser holográfico refleja bastantes colores.
Aquí podéis encontrar bolitas de Feng-Shui grandes y celofanes iridescentes o papeles de regalo holográficos para poner en las ventanas donde da luz directa:
Aunque lo que mejor funciona según dicen son un tipo de láminas adhesivas para ventanas que hacen el efecto. Y además he encontrado estas pequeñas piezas para colgar que hacen unos destellos estupendos, de unos fabricantes especializados en hacer arcoíris con un Instagram genial:
Y bueno, está también la opción del prisma de toda la vida, de vidrio óptico, que descompone el rayo de luz en todos los colores. Lo hemos probado en museos de ciencias pero aún no tenemos uno en casa -está en nuestra lista, para cuando Bichillo sea un poco más mayor, ya que es un poco delicado-. De hecho he investigado y os cuento que le tengo ya echado el ojo a estos:
Reedito para contaros que he descubierto esto que llaman láminas de difracción y que también sirve para poner en las ventanas y aunque yo no lo he probado, si las conocéis y/o queréis experimentar contadme porfa:
La pared de cristal
Una de las cosas que he aprendido siendo mamá es a observar mucho a Bichillo y dejar que las cosas sucedan sin intervenir. Dicho esto, dejadme que os introduzca a cómo llegamos a esta actividad…
En casa comemos mucho guiso y en Múnich la única legumbre decente que encontrábamos venía ya en tarros, con lo que en dos años hicimos un acopio importante de ellos, todos iguales, lisitos, con sus tapas negras, preciosos!. Los tenía todos repartidos por toda la casa con nuestra súper colección de piezas sueltas, materiales de manualidades, con especias y tés… Cuando nos estábamos mudando, se fueron acumulando los tarros de cristal vacíos (o con restos que no quería) en el pasillo y sin que me diera cuenta se formó una instalación improvisada. Bichillo enseguida se percató de su existencia; no dejaba de cambiármelos de sitio y recolocármelos en torres. Al principio me molestaba porque me desordenaba mi caos particular, pero luego me di cuenta de lo que estaba haciendo: jugaba con el reflejo que hacían en las paredes y el suelo cuando les daba el sol.
¡¿Cómo había podido tardar tanto en darme cuenta?! En cuanto descubrí el filón, aproveché para «preparar» algunos tarros con celofanes y objetos de formas y colores que podrían hacer efectos chulos al darles el sol. Funcionó!!. Jugamos un montón con ellos (aquí os dejo alguna muestra de ello) hasta que llegó el día de decirles adiós y donarlos a nuestra escuelita, donde seguro que están teniendo una tercera vida muy emocionante.
Una galaxia en la ventana
Esta actividad me encanta!
Tiene de todo: experimentación sensorial con texturas y colores, motricidad fina, un punto científico, de creación artística… Y además tiene un montón de posibilidades, se puede poner casi de todo pegado en el forro de libros. Porque la base es eso: forro de libros colocado para que la parte que pega quede boca arriba. Es una pegatina gigaaaaante donde podéis poner de todo lo que se os ocurra!! Luego se pega en la ventana y la magia sucede 🙂
Yo lo he visto mucho en entornos inspirados en Reggio Emilia, con hojas, flores… parecido al telar de otoño que os enseñaba arriba. También es una idea estupenda, pero nosotras esta vez le dimos una vuelta de tuerca e hicimos una invitación para crear una galaxia. En la provocación le puse lana cardada de colores, purpurina, estrellitas, acuarelas líquidas con sus pipetas y sal. Preparé una gama de colores cálida para que los elementos quedaran más o menos armónicos. Lo dejamos secar un día entero (tardó tanto porque por supuesto las pipetas fueron la estrella de la actividad y Bichillo hizo varios charquitos…) y el efecto de la sal al secarse, re-cristalizada en pirámides de colores al ponerla al trasluz, junto con el efecto de las aguas de la acuarela en diferentes tonos es simplemente genial.
Se puede hacer un trabajo más procesual, para niños un poco más mayores, dejando secar por capas y añadiendo varias tandas sobre lo seco y debe ser espectacular. En unos meses probaremos!
Seguro que me dejo mucho en el tintero, según escribía se me iban ocurriendo cosas que hemos hecho «a medias», o muy improvisadas como jugar con las sombras de las paredes y del suelo… Algunas llevo tiempo queriendo hacerlas pero no ha surgido, como rellenar nuestros Bloques Sensoriales con objetos que jueguen con la luz, vidrieras con papel de cebolla y celofán sobre cartulina negra y escenarios de ventana Waldorf con papel transparente, móviles con hielo y cosas dentro, ventanas sensoriales con gel de colores… Pero ésa es la cuestión: «publicar o no publicar» y creo que ya os va tocando vuestra dosis extraterrestre así que aquí lo dejo… de momento 😉
Pero no me quedo ahí, os dejo mis favoritos de Pinterest para que os pongáis ya a explorar con la luz del sol de mil maneras súper inspiradoras. Hay taaaanto por hacer y tan poco tiempo…. ainssss…. Hasta muy pronto!
4 Respuestas
marta
Que te voy a decir, sabes que soy tu fan y me han encantado tooooodas las ideas. El pasado finde compré los materiales para hacer la caja de luz japonesa que presentas, a ver cuando me puedo poner a hacerla, tbn tengo una de esas bolas de feng shui en casa!! yupi!! y tengo 2 pirámides una de cristal transparente y otra azul pequeñitas, con las que voy a experimentar…es curioso que las tengo de decoración en una estantería en el comedor y mi pequeña tiene una fijación con ellas, evidentemente ya se las he dejado varias veces, pidiéndole que tuviera cuidado….solo le faltaba decirme que las pusiera al sol!!
tbn me encanta y voy a hacer el telar de ramas, pq justo ayer, lo vi en IG a otra compañera, y le dije que le tomaba la idea, eso sí, será primaveral….ya te mencionaré para que vayas viéndolo todo.
yo tbn voy a investigar sobre el prisma y estas láminas que comentas.
Ya sabes que soy @marmarmit y me encuentras en IG, suelo organizar las publicaciones por temáticas, para organizarme yo tbn y creé el #jugamosconlucesmarmarmit le falta muuucha materia pero ya veo que con tus ideas podré rellenarlo muuucho mas. Gracias por compartir estas genialidades. Espero que ya estéis situados y a gusto aqui en España.
Saludos y besos!
admin
Hola Marta,
Perdona que haya tardado tanto en responder, no llego a todo…
Claro que sé quién eres! A mí también me encantan tus ideas 🙂
Y me encantaría ver la caja de Luz japonesa cuando la tengas, y todo con que vayas haciendo. Como el IG está tan mal, etiquétame para que me llegue porfa, que aún no he entendido por qué me muestra unas cosas y otras no…
Un abrazo *
Hémera
Gracias por tu esfuerzo y tu tiempo. Me encantan las ideas. ¡Las pondremos en práctica!
admin
Gracias a ti guapísima :*