Un ritual de bienvenida para mi bebé
Cuando estaba embarazada sentía con total claridad que tenía la tripa lleeeena de colores!!! Al final del embarazo, me entró un síndrome del nido bien potente y aparte de cambiar todos los muebles de la casa de sitio –Papá extraterrestre es un Santo-, quería encontrar algo que me resonara con lo que sentía en mi barriga, para darle la bienvenida a Bichillo a este mundo. Era un ritual, un acto psicomágico, necesitaba encontrarlo. Con esa intuición luminosa que tiene una cuando está embarazada, y tras días de búsqueda, me volví a casa feliz con un palo lleno de líquenes del parque, muuuuchas bolitas de poliespán e hilo de pescar.
Fui improvisando con los colores y los materiales y poco a poco fue fluyendo en un arcoiris mágico. No os engaño, lleva bastante trabajo y tiempo… para mí fue una meditación en el color, algo que necesitaba salir. Lo colocamos unos días antes del parto encima del cambiador. Lo mejor llegó cuando trajimos a Bichillo a casa: le hechizó desde los primeros días y sus primeras sonrisas fueron bajo esta pequeña obra de arte, cuando descubrió las sombras en la pared de las bolitas moviéndose mientras le cambiábamos el pañal. Aún hoy (lo hemos tenido que subir bastante porque está obsesionada con coger las bolitas y las arranca…) le flipa: se lo movemos contándole los colores que tiene, soplamos para que se mueva y hacemos tormenta con las bolitas mientras intentamos que se esté quieta para limpiarle el culete.
Puede que sea demasiada información para un bebé tan pequeño, sobre todo viendo los móviles Montessori lo simples que son, yo solamente os puedo hablar desde mi experiencia y con Bichillo ha sido un éxito absoluto y rotundo. Había veces siendo muy bebé que solamente se calmaba de llorar cuando la poníamos bajo «las bolitas», como lo llamamos en casa. En su día le hice un Munari y un Gobbi en versión casera y nunca le crearon tanta fascinación como las bolitas de colores. Los móviles Waldorf sí que trabajan más con el arcoiris y los materiales naturales, puede que ahí estemos más sincronizados con Rudolf Steiner en esta ocasión… Pero como os he contado, al ser un acto psicomágico-ritual-friki muy mío, es bastante posible que haya conexiones invisibles que lo hagan un objeto con poderes especiales 😛
Qué necesitas para hacer tu móvil arcoiris
Este es el DIY más complicado que he puesto hasta ahora y hay que preparar los materiales con un poco de tiempo. Algunas cosas son medio complicadas de encontrar si no tenéis un arsenal de cosas raras en casa como yo…aunque todo se puede encontrar en una buena tienda de manualidades y los acrílicos en una de Bellas Artes.
- Pinturas acrílicas. Para hacer un arcoiris de colores bien brillantes, recomiendo partir de un set de colores primarios como éste: Con Magenta, Cyan y Amarillo Cadmio tendremos más que suficiente. Quizás un poco de blanco para aclarar algunas sombras si queréis rizar el rizo.
- Bolitas, muchas, de varios tamaños. De poliespán o de celulosa (recomiendo la segunda porque coge mejor la pintura). En el mío debe haber entre 300 y 400 bolitas… Las de poliespán son más baratas pero hay que darle imprimación o varias capas de pintura.
- Pinceles: por lo menos uno fino y uno grueso
- Platos, hueveras, bandejas, hieleras o tarritos para las mezclas -son muchas-
- Imprimación para poliespán (si usas poliespán)
- Alfileres para pinchar las bolitas a secar
- Bandejas de poliespán reciclados (los de la carne del súper) o cartones para pinchar las bolitas en los alfileres para que sequen
- Hilo de pescar de nylon, transparente, gordito mejor.
- Aguja de coser, de grosor medio, que quepa el hilo transparente por el ojal.
- Un palo de unos 40cm o un soporte para colgar las bolitas
- 1m de Cuerda bonita, para atar el palo y colgarlo
- Mechero o Superglue para asegurar los nudos del hilo de nylon
- Un tarro para poner agua para aclarar los pinceles
- Un trapo viejo para limpiar los pinceles y las manos
- Periódicos viejos o algo para proteger la superficie de trabajo
- Tijeras
Pasos
Como son tantas bolitas y tantas mezclas de colores, vamos a ir por etapas para que no se nos seque la pintura.
- Primero de todo, preparamos la superficie de trabajo y nos ponemos ropa que no importe si se mancha.
- Preparamos los cartones y los alfileres para pinchar tantas bolitas como nos sean posibles, en tandas y bastantes separadas unas de otras para que podamos acceder con el pincel a toda la superficie. Recomiendo cortar tiras largas de cartón para que lleven solamente una o dos filas de bolitas de un mismo color, por ejemplo unas 20-25 bolas por color.
- A continuación damos la imprimación a todas las bolitas -si son de poliespán y no quieres tener que dar varias capas- y dejamos secar varias horas, las que diga en el envase.
- Cuando la imprimación esté seca, o si son bolitas de celulosa y no hay que imprimar, empezamos con las mezclas de color. Os voy a guiar para mezclarlos tal y como los hice yo. El que se defienda bien con los colores y/o quiera hacer experimentos que se salte esta parte. Lo mejor es ir por gamas de color, poco a poco para que no se seque la pintura, ya que hay que hacer una buena cantidad de cada color. En cualquier caso, siempre se puede meter en una bolsita de plástico hermética o tapar el tarrito con la mezcla con film transparente sin dejar pasar aire para que aguante unas horas más sin secarse.
- Tenemos 3 colores primarios y vamos a hacerlo todo en 3 tandas, coincidiendo con las gamas del círculo cromático. Del Amarillo al Magenta, del Magenta al Cyan y del Cyan al Amarillo de nuevo. Es decir, que solamente mezclaremos dos colores cada vez y en distintas proporciones para crear la gama. Pintaremos unas 20 bolitas, aproximadamente y de distintos tamaños, de cada color, intentando no dejar huecos en blanco. Yo hice entre 8 y 10 mezclas en cada franja de dos colores, en total debieron salir unos 25-30 colores distintos…Uffff….Mucho trabajo!
- Estos vídeos os explican perfectamente, e infinitamente mejor de lo que yo hubiera podido, cómo mezclar para hacer una gama cromática de colores primarios, por si necesitáis ayuda. Más o menos, en total haremos tantos colores distintos como Marta hace en sus círculos cromáticos:
- Cuando tengamos secas todas las bolitas, puede que pasen varios días hasta que tengáis todo listo, podemos empezar a montarlo por fin.
- Separamos las bolitas en compartimentos por colores, idealmente ordenadas en círculo cromático
- Vamos a planificar el orden del arcoiris. Yo lo hice en el orden del espectro de la luz, para que fuera un arcoiris verdadero. Empezando por los granates (infrarrojos) y acabando en los violetas (ultravioletas).
- Cortamos una tira de 1m de hijo de pescar y anudamos al final. Enhebramos por el otro extremo la aguja.
- Pasamos una bolita que se queda enganchada en el nudo, hacemos otro nudo y otra bolita. A distancias variables, alternando los tamaños y colores de bolitas para crear un «caos ordenado». En cada hilo podemos poner entre 8 y 15 bolitas, por ejemplo. Unos serán más largos y otros más cortos.
- Lo ideal respecto a colores en un mismo hilo, es mezclar las bolitas en orden cromático pero alternando otros tonos «vecinos» en el hilo de un color dominante. Por ejemplo, el hilo donde domine el amarillo tendría 7 bolitas amarillas, 2 amarillo limón, 2 amarillo huevo, 1 verde claro, 1 amarillo cadmio oscuro. Según vayamos avanzando de gajo en el círculo cromático, el color dominante irá acompañado de colores en más cantidad de los gajos más cercanos y en menos de los más lejanos.
- Reservamos los hilos terminados, por orden cromático, en una bandeja. Con cuidado de que no se enreden.
- Cuando tengamos todos los hilos hechos, los vamos atando en el palo por el orden que hayamos decidido del arcoiris, intentando que queden separados a la misma distancia unos de otros. Los anudamos bien fuerte con 3 o 4 nudos.
- Al acabar de atar los hilos, cortamos los extremos y fijamos con superglue al palo, o con el mechero, con muchísimo cuidado de no quemar más de la cuenta el hilo.
- Solamente nos falta poner la cuerdita. Para ello vamos a hacer unos nudos bonitos con la cuerda a ambos extremos del palo, para que quede un triángulo cuya base será el palo.
- En el vértice superior de este triángulo atamos entre 50cm y 1m hilo de pescar (doble o triple), para que aguante toda la estructura y lo podamos colgar del techo.
- Terminado!!!
Ahora hay que encontrarle lugar! 😉
Si algún/alguna valiente lo hace, por favor, que me envíe fotos y las pongo aquí en el Post, me muero de ganas de ver vuestras obras de arte!!!
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Belén Marco
Es precioso… Toda una obra de arte! Me ha gustado muchísimo. Besos!!!
mamaextraterrestre
Muchas gracias guapa!!!