En la fábrica del Arcoíris

Entramos en Grimm´s #insidegrimms

Os había contado que iríamos conociendo poco a poco a los colaboradores que tengo la inmensa suerte de tener para el proyecto #piezassueltas y ya hace tiempo que tengo muchas ganas de enseñaros mi gran aventura en Grimm´s en Alemania.

Cómo comenzó todo…

Hace unos meses, durante el invierno, cuando aún vivíamos en Múnich (parece que hiciera una eternidad…) visité la feria de juguetes de Nürnberg y conocí a muchas personas muy interesantes que están detrás de empresas de ensueño, y que han construido sus imperios literalmente jugando. Y entre ellas, estaban los «duendes» de la Fábrica del Arcoiris, quienes me invitaron a visitar su hogar mágico y contarles mi proyecto en persona.

Y a veces los sueños se convierten en realidad!

Así que allí me fui, ¡a la aventura!. Con mi cámara de fotos y una carpeta con recortes del blog, nerviosa a la par que emocionada, cogí un par de trenes hasta llegar a un pueblito cerca de Stuttgart para explicarles mi obsesión con las Piezas Sueltas -cuando aún era solamente una semillita- para ver si me querían ayudar a poner en marcha todo esto…

La gran familia de Grimm´s

En cuanto entras a Grimm´s te das cuenta de que se respira un ambiente especial, muy cuidado, armónico. Es un hogar muy muy grande. Su origen fue una pequeña empresa familiar fundada hace justo 40 años, que hacía juguetes de madera. Y en 2006 pasó a manos de la familia Grimm -quienes añadieron su apellido al nombre original (Spiel und Holz Design)- que, respetando su esencia y manteniendo muchos de los materiales originales, ha ampliado horizontes a nivel internacional.

Lo que se crea en Grimm´s es una extensión de sus valores y principios. Simplificar la infancia y respetar la naturaleza, facilitar el juego holístico y de fin abierto. No tienen una ideología concreta y se inspiran en diferentes pedagogías como Waldorf o Montessori.

En esta casa, como en casi todas, mandan los padres: Mr. Grimm con la cabeza y Mrs. Grimm con el corazón. El día que fuí solamente conocí a mamá Grimm, Elke, quién me pareció una mujer muy elegante y carismática, con carácter y delicadeza a partes iguales. Sus tres hijas han sido durante años las testadoras y musas, mostrándoles lo que necesitaban para jugar y las posibilidades que tenían los materiales que hacían. Mrs. Grimm me contaba que durante mucho tiempo, el catálogo de Grimm´s parecía más un álbum de fotos de familia que un catálogo comercial…

Por supuesto, desde que me dijo esto he estado cotilleando catálogos anteriores y os he rescatado alguna foto, jejeje 🙂

(Pero lo que me ha sorprendido al recorrer los catálogos antiguos es ver la cantidad de materiales que tenían. Y entonces recordé cuando me contaban que han dejado de fabricar muchos de ellos porque no se venden tanto como otros… Espero que con el tiempo vuelvan algunos porque había cosas muy muy espectaculares y es una pena enorme que hayan dejado de hacerlas. A veces me da rabia que el Arcoiris haya arrasado con todo y que la mayoría de los mortales conozcamos la marca por éste material, con la de inventos geniales que tienen…)

Grimm´s vintage

Me contaron que uno de los supervivientes de la fábrica anterior es el elefante Otto, un juguete de arrastre con cuerda que acababan de rediseñar para celebrar los 40 años de Grimm´s. Hasta entonces no lo conocía, pero me gustó tanto que si tengo otro bebé me haré con uno!

Otros de los clásicos, son los encajables de los 4 elementos, que tienen más de 25 años y son de temática súper Waldorf. Como curiosidad os cuento que de uno de estos elementos, el «aire», es de donde viene el famoso Arcoíris. Con el tiempo creció en tamaño y en accesorios y se convirtió en un icono por si mismo: el Arcoíris de 12 piezas. Hoy en día tiene una serie de complementos de esos mismos colores diseñados para construir, clasificar y crear una percepción armónica del color, que alimenta todos los sentidos y que al tener un diseño tan limpio y «minimalista», deja muuuucho espacio para la imaginación, para que cada niño invente su propio juego.

Sobredosis sensorial

Algo que se me quedó grabado de allí es el cuidado con el que trataban todo, cada pieza, cada detalle, la sutileza con la que cogían los trabajadores las piezas de madera para teñir, pintar o darle aceite, cómo las colocaban luego todas ordenadas para secar o almacenar, despacito, todo en armonía…

Incluso me comentaban que cada día la zona de secado era una obra de arte diferente, había días que la combinación de formas y colores era una instalación artística en toda regla!

El orden de los talleres, almacenes, oficinas y el buen gusto de todos los lugares, incluso de los más desastrosos… La armonía de los colores del arcoíris inundaba hasta los rincones más insospechados. Todos los lugares tenían un «algo»…

Quizás era yo que estaba flotando en mi nube yo todo lo teñí de rosa, pero estoy segura que ver por todas partes estanterías y estanterías con cosas de formas y colores brillantes y materiales preciosos tiene efectos alucinógenos!!!

Pero no es casualidad porque estos juguetes se diseñan teniendo muy en cuenta los 5 sentidos. La vista, el tacto, el olor, el sonido al golpearlos e incluso el sabor a madera, lijada muy suave (a mano en ocasiones para que sea más sedosa) y de colores «apetitosos».

Amar el árbol

En el taller de madera, donde diseñan la estrategia de corte de la madera para aprovechar el máximo, me contaban que la madera está viva, que cada pieza es única y tiene sus propias marcas de la naturaleza que lo unen con hilos invisibles al árbol al que perteneció. No son imperfecciones, son su historia: tener un juguete con un nudo característico es tener un tesoro con alma.

Por ejemplo, están en plena campaña para concienciar de lo que simboliza el mítico Arcoíris, el tiempo que le cuesta a un árbol crecer para obtener el grosor necesario que permita sacar unos cuantos de una sola pieza. De esta forma la madera mantiene la estructura perfecta durante varias generaciones. De un árbol solamente se pueden sacar unos pocos Arcoíris, de la mejor parte, son como el solomillo… Y de ahí su precio. La madera que se utiliza es ecológica, certificada con el sello FSC, lo que garantiza el equilibrio de los ecosistemas y el trato justo de los trabajadores de estos bosques.

Y hablando de sostenibilidad y de economía consciente, me cuentan que sus juguetes duran varias generaciones, crecen con el niño y no pasan de moda… ¿Quién no ha heredado bloques de madera? o «tarugos», como los llaman en mi casa…

Pero sin duda, mi lugar favorito de todo Grimm´s fue el que os enseño ahora, que tiene este suelo tan ideal:

La Cocina de Color

El espacio donde se pintan las piezas. Un recinto lleno de cubetas gigantes con los vivos colores de Grimm´s para sumergir las piezas de madera natural. Daban ganas de ir metiendo un dedo en cada cubeta para salir con los dedos tatuados en los colores del arco iris… Todo era mágico, paredes, techos, suelos, el olor, lo que estaba secando en las mesitas de al lado… Pero sobre todo, ver cómo una pieza desnuda cobraba personalidad al entrar en el líquido de color…

Y el secreto mejor guardado…

Os lo cuento al final pero yo es lo primero que ví nada más entrar en Grimm´s, y me quedé con la boca abierta con lo que ví: tienen un Outlet!!!!

…Si lo hubiera sabido antes!!!!

A algunos les falta alguna pieza, tienen alguna tara mínima o van a ser retirados de la colección y por eso los bajan muchísimo de precio.

….Me los hubiera llevado todos para repartirlos con vosotros!!!

Así que si pasáis por allí no dejéis de acercaros porque merece muchísimo la pena. Os dejo un vídeo para poneros los dientes largos:

Y antes de despedirme, os cuento que desde que llegó a casa la caja de materiales de Grimm´s para experimentar con Piezas Sueltas no hemos parado de usarlos, unos salen más y otros menos, pero todos acaban por usarse tarde o temprano. Tengo muchísimas ganas de enseñaros todas las cosas que hemos hecho con Mercedes Herrán para el proyecto #piezassueltas, y os mostraré varios materiales de Grimm´s no tan conocidos como el arco íris pero que dan muchísimo juego e incluso más.

Por aquí os dejo un pequeño adelanto…

Espero que os haya gustado muchísimo la fábrica del Arcoíris. Nos vemos en unos días!!

Por cierto, antes del siguiente Post de Piezas Sueltas os traeré el maletín de médico DIY que le he hecho a Bichillo este verano para ir entrenándola para las visitas al médico de verdad, que el daban muchísimo miedo. Os digo «daban» porque desde que jugamos a los médicos asiduamente lo hemos normalizado bastante. Pero ya os contaré todo en detalle. Si no queréis perderos ni uno de los detallitos que le he metido, apuntaos corriendo a la Newsletter!!!!