BLW Gourmet 😛
Con esta receta de 10 estrenamos la sección de comiditas!! Lleva un poco más de tiempo y planificación hacer Post de recetas, pero voy aprendiendo… así que paciencia, que pronto vendrán más!
La carne súper tierna del pollo bien cocinado a fuego lento, junto con la salsa de tomate y sus verduritas cortadas hacen de éste un plato completo, fácil y exquisito para los paladares BLW más exigentes.
Un favorito sin duda de Bichillo. Cunde muchísimo y además se puede utilizar como una salsa deliciosa para pasta, como en la foto 🙂
De origen italiano, el pollo a la cazadora es simplemente un pollo en salsa de tomate de la abuela con verduras de temporada. Un plato humilde que queda muy rico también con conejo y con otras verduras. La mezcla de las especias italianas hacen que le cambiemos un poco el gustillo a la salsa para que haga un ragú para pasta excelente que triunfa con los pequeños.
Ingredientes para 4 raciones
- 8 cuartos traseros de pollo (con hueso)
- Sal y pimienta
- Harina para rebozar ligeramente el pollo
- Aceite de oliva (virgen extra mejor que mejor)
- Tomate 800g aprox (puede ser tirturado de lata, entero de lata o crudo muy maduro y pelado)
- 1 cebolla grandecita
- 3 dientes de ajo
- 1 tallo de apio
- 2 zanahorias
- 200g de bacon cortado (opcional -yo lo pongo para dar más sabor)
- 1 vaso de vino blanco
- 1 taza de guisantes (opcional -yo los pongo porque a Bichillo le gustan mucho pero no van en la receta original-)
- 2 hojas de laurel
- 1 tallo de romero (si es fresco mejor)
- 1 cucharada de tomillo
- 1 cucharada de orégano
- Pasta para acompañar (opcional): yo suelo usar Tortiglioni o Girandole ya que las comen muy bien los peques y agarran estupendamente la salsa.
- Parmiggiano rallado (opcional, si lo tomamos con pasta)
Pasos
- Partimos los cuartos traseros para separar el muslo del contramuslo y tener piezas más manejables
- Salpimentamos bien el pollo y lo rebozamos ligeramente con harina
- En la olla que vayamos a usar, calentamos el aceite, que haya suficiente para cubrir el fondo. El pollo va a soltar bastante grasa así que no hay que pasarse de aceite.
- Doramos el pollo por los dos lados a fuego fuerte y reservamos en un plato aparte. La harina se puede omitir si queremos un guiso más ligero, simplemente lo doraríamos salpimentado sin más, pero a mí me gusta el sabor que le da 🙂
- Mientras se dora el pollo, vamos pelando y picando el ajo, la cebolla y el apio en cuadraditos no muy grandes. La zanahoria también, pero yo la dejo en rodajas para que Bichillo la identifique y coja fácilmente.
- En el aceite del pollo, añadimos el ajo y la cebolla, a fuego medio y removiendo para que no se queme. Cuando esté transparente añadimos el apio y la zanahoria y dejamos unos minutos.
- Cuando el sofrito esté bien impregnado de aceite, añadimos el bacon y subimos el fuego para que coja todo un poco de color.
- Aprovechando que está todo a alta temperatura, echamos el vaso de vino y reducimos, desglasando bien el fondo de la olla para que no se nos agarre después.
- Cuando haya evaporado el vino, podemos echar el tomate y las hierbas aromáticas.
- Movemos todo bien para que se mezclen los sabores y añadimos el pollo y los guisantes. Si la salsa no cubre el pollo, añadimos medio vasito de agua.
- Tapamos la olla y bajamos a fuego medio-bajo.
- Cocemos el pollo durante 40-45 minutos aproximadamente. Yo lo dejo pasarse un poco más, unos 60, para que la carne se separe súper bien del hueso y sea más fácil de comer para Bichillo.
- No nos olvidemos de controlar la olla y remover de vez en cuando! La harina puede hacer que se agarre si nos quedamos sin líquido… si se queda muy seca la salsa vamos añadiendo agua.
- Cuando se acerque el final de la cocción nos ponemos con la pasta (15minutos antes), o con las patatas fritas o cocidas (unos 25 minutos antes).
- Al terminar, probamos y ajustamos de sal y especias. Podemos sacar una ración antes para el bebé y luego ajustar el resto para que no tenga tanta sal.
- Para servir, se pueden hacer dos cosas: a) dejar las piezas de pollo enteras en salsa con una guarnición de patatas fritas por ejemplo, o b) deshuesarlas, trocear la carne ligeramente y mezclarla bien con la salsa, añadir la pasta y emplatar. Nosotros con esta cantidad comemos dos veces: el primer día, las piezas enteras recién hechas con patatas fritas y el segundo, cuando la salsa está súper sabrosa y los sabores integrados, desmenuzado con la pasta.
Hmmmm os va a encantar. Probadlo y me contáis qué tal lo comen los peques!!!
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